martes, 11 de junio de 2013

Ben Magec asegura que financiar Granadilla es malgastar dinero público


La federación ecologista asegura que la inclusión del puerto del sur tinerfeño en los planes de infraestructuras de la UE malgasta fondos públicos.
La Federación Ecologistas en Acción, Ben Magec, acusó este martes a Bruselas de malgastar fondos públicos al financiar el puerto de Granadilla, una obra que, según los ecologistas, “condenará el futuro de la isla porque no está generando ni generará empleo y supondrá un gravísimo daño ambiental”. Según denuncian, en la fase álgida de construcción únicamente generará 45 empleos directo y señalan como paradójico que “estos fondos se estén destinando a esta obra a la vez que se exigen recortes que afectarán sobre todo a las personas más vulnerables y con menos recursos, como los pensionistas”.
La Federación advierte que “Europa habla de desequilibrios en la economía, pero financia obras de más que dudosa rentabilidad social y económica. No sólo estamos hablando de la pérdida irrecuperable de la inversión inicial, sino también de los gastos de mantenimiento que conllevará el propio puerto, que dudosamente se autofinanciará. Entre otros, figura el coste que supone la financiación del Observatorio Ambiental de Granadilla, que este año 2013 está presupuestado en un millón sesenta y un mil euros (1.061.000). Trasvasar arena artificialmente para mantener la ZEC Sebadales del Sur también implicará un gasto directo anual, aunque podemos suponer que esta operación será reiteradamente incumplida y finalmente estos sebadales se perderán", indican a través de un comunicado.
Por otro lado, Ben Magec denuncia que los Gobiernos central, autonómico e insular se han desempeñado en la misión de conseguir financiación para este puerto como no lo están haciendo en absoluto para mantener, y mucho menos mejorar, la educación, la sanidad o los servicios públicos esenciales.“Quizás podríamos entender que Europa quisiera financiar motores económicos que sacaran a las diferentes regiones de la crisis. Pero es que todos los datos avalan que el puerto de Granadilla será tan inútil como es actualmente el de Arinaga, que además de no haber recibido ni un centenar de barcos, ha sido objeto de apercibimiento por parte de la UE por haber supuesto un derroche inútil de fondos públicos”.

En este sentido, los ecologistas adelantan que Arinaga “ni siquiera servirá para descargar el Gas Natural, si es que es ésta su intención”. “En cualquier caso, una vez instalada la regasificadora, y como quiera que se termine desembarcando el combustible, advertimos que Gas Natural va a sacrificar millones de euros y miles de puestos de trabajo en energías renovables, así que lo único que va a conseguir es poner un nuevo freno a algo que sí podría convertirse en un motor económico para Canarias. La apuesta por las energías renovables, que el puerto y el Gas Natural van a condenar, significaría crear empleo en un sector rentable, estable y sostenible.

lunes, 3 de junio de 2013

Y el puerto tropezó con el escarabajo



Vía: elpais.com
Juana Viúdez
El Pimelia canariensis es un escarabajo duro. Un panzer que puede sobrevivir en casa dos años comiendo galletas, según el biólogo Antonio Machado, especializado en coleópteros. Pero es una especie en peligro de extinción y no se la puede importunar, trasladar ni, mucho menos, tirarle la casa.
Después de sortear otras especies protegidas, como los sebadales, el megapuerto de Granadilla, situado al sur de Tenerife, se ha encontrado con este escarabajo. Un juzgado de Tenerife ha abierto una investigación al exviceconsejero de Medio Ambiente de Canarias Cándido Padrón, por haber autorizado el traslado de 17 de estos especímenes de las obras del puerto al paraje natural Montaña Roja.
La mudanza se realizó en diciembre de 2010 y varias organizaciones ecologistas —Greenpeace, Ben Magec-Ecologistas en Acción, ATAN, yEcoOceanos— lo llevaron a la fiscalía, que acaba de interponer su denuncia. El juez estudiará si el antiguo viceconsejero, miembro de la Agrupación Herreña Independiente Coalición Canaria, cometió un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, o un delito contra la Administración pública.
Padrón, que ahora es viceconsejero de Acción Exterior del Gobierno de Canarias, prefiere no hacer declaraciones hasta recibir la notificación del juzgado.
Un biólogo contratado por la Autoridad Portuaria, encargada de las obras, dirigió el traslado de los 17 escarabajos endémicos de Tenerife. Los trabajos fueron supervisados por el Observatorio Medioambiental Granadilla (OMG), que dirige Antonio Machado, y por técnicos de laConsejería de Medio Ambiente de Canarias. Según el escrito del fiscal, había informes previos que lo aconsejaban desde el punto de vista técnico-biológico y no hubo una consulta jurídica previa para ver si estaban infringiendo alguna ley.
Tanto la Autoridad Portuaria, encargada de las obras, como el OMG aseguran que el traslado contó con todas las garantías. En la viceconsejería de Medio Ambiente inciden en que nadie impugnó estos trabajos. “Al año aproximado de hacerse apareció un informe que no fue pedido por ningún órgano”, relata José Fernández, director general de protección de la naturaleza del Gobierno de Canarias.
En ese escrito, que el juez maneja ahora, la propia viceconsejería consideraba que el traslado que ya se ha había hecho “no es autorizable”, aunque desde el punto de vista biológico no conllevara daño para los ejemplares. El escrito, firmado por Lourdes María Rodríguez, especificaba que esta especie está protegida frente a proyectos públicos y privados. “En ningún caso se prevé que una autorización (de traslado) se justifique por el alcance económico, social o cultural de un proyecto o actividad”, subrayaba. Las autonomías están obligadas a conservar las especies autóctonas silvestres y preservar sus hábitats, según la ley de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, de 2007. El artículo 52 prohíbe “dar muerte, dañar, molestar o inquietar intencionadamente a los animales silvestres”, algo que incluye la “captura en vivo” y la “recolección y retención de sus nidos”.
“Todo lo que toca el puerto de Granadilla es espinoso”, considera el biólogo Antonio Machado. El organismo que dirige se creó por indicación de la Unión Europea para vigilar el impacto ambiental del proyecto de un puerto industrial en Granadilla.
Machado explica que los escarabajos fueron hallados durante una “expedición ordinaria” y el personal de este organismo realizó “un proyecto de traslocación muy completo” que atendía a “todas las sensibilidades”. “Advertimos de que este bicho está mal clasificado y que no está en peligro, ya que en media isla se le encuentra”, añade.
Las obras de este puerto se han topado ya con otras tres especies protegidas: la tortuga boba, la piña de mar y la seba. Con la seba, una especie de césped marino donde los peces desovan (de ahí su valor para los ecosistemas), se llegó a paralizar cautelarmente las obras en 2009 porque el Gobierno canario había rebajado el nivel de protección a esta planta marina. Hoy las obras continúan.
El megaproyecto del puerto de Granadilla, con 380 millones de presupuesto, pretende convertir a las islas en un puente para los contenedores entre América, Europa y África. Los ecologistas ponen todo su esfuerzo en demostrar que esta infraestructura dañará el medio ambiente y realmente no era necesaria.
La Autoridad Portuaria, en la que participan la comunidad y el Gobierno central, defiende que todo se ha hecho conforme a la ley e insiste en que, de las 10 denuncias que les han interpuesto hasta el momento —la de los escarabajos es la undécima—, todas están “cerradas”. “Las denuncias están recurridas y no cerradas”, responde Julián Cruz, abogado y miembro de la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN).

En Ben Magec Ecologistas en Acción acusan a los responsables de estas obras de apartar todos los escollos ambientales con los que han tropezado y de justificar a toda costa la necesidad de la infraestructura. “A medida que les desmontamos los argumentos, vienen con otros distintos”, asegura Yasmina Encinoso, miembro de la ONG. Por el escarabajo Pimelia, al que ya hacían alusión los primeros informes de impacto ambiental, también están dispuestos a pedir que se paren las obras del puerto.