domingo, 28 de octubre de 2012

Peligra una especie en extinción por el Puerto de Granadilla



El Gobierno canario incumple una orden de la UE que obliga a cuidar la planta

YLENIA LORENZO

 Los 41 ejemplares de una planta en extinción que viven junto al Puerto de Granadilla peligran. La Atractylis preauxiana, conocida como piña de mar, es una especie que, aparte de formar parte del Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias, está protegida por la Comisión Europea, que obligó en 2006 a la Comunidad Autónoma a delimitar el espacio donde se encuentran los vegetales para ser salvaguardados ante la futura construcción del puerto. La piña de mar quedó incorporada en 2009 a la Zona Especial de Conservación de la Unión Europea.

El Observatorio Ambiental de Granadilla ha remitido a lo largo de este año notas de incidencias a la Viceconsejería de Medio Ambiente y al Cabildo de Tenerife para que ambas administraciones públicas actúen ante el "lamentable" estado en el que se encuentra el vallado que protege a la piña de mar.

Según el último informe realizado, esta zona protegida está formada por 11 cercas. De ellas, nueve "están en estado ruinoso y rotas en pedazos que han caído sobre las plantas y las lesionan". En este espacio, que abarca 0,93 hectáreas –lo que equivale casi a la superficie que ocupa un campo de fútbol–, también se han encontrado "escombros cerámicos y otros restos de obra doméstica".

Dos ejemplares de Granadilla han muerto en el último año. Si en mayo de 2011 los expertos contabilizaron 43 plantas, en el pasado junio pasó a 41. La población de piña de mar ronda los 1.500 ejemplares en la Isla, una cantidad considerablemente menor a la de Gran Canaria. La plantación que existe en el municipio sureño solo representa al 2,73% del total que hay en Tenerife. El informe elaborado a principios de mes avisa de que se encuentran en un estado "fisiológico preocupante". Están "muy deshidratados, tanto, que algunos de ellos parecen haberse secado tras florecer". Según se explica en el documento, el terreno donde se encuentran "no es el más idóneo".

Los principales factores adversos para la piña de mar que se encuentra en Granadilla son el pisoteo y quebrado de ramas debido al tránsito de personas y vehículos rodados, la interrupción del aporte de arena y salitre procedente del mar y el ramoneo de los conejos. El vallado que debe evitar el tránsito por la zona de protección ahora resulta "deficiente".

El informe recoge que las celdas creadas para la seguridad de la planta funcionaron bien en años anteriores, "pero a lo largo de 2012 se ha oxidado y roto, por lo que ya no impide el paso".

La oxidación de las vallas, además, han desprendido trozos que han caído sobre las plantas, y es esta sustancia "lo que más perjudica a la población", indica el informe.

Al estar la piña de mar en medio del Polígono Industrial y dada la escasa muestra que existe, el documento advierte de que cabe cuestionarse la viabilidad de la zona de protección a largo plazo una vez que acabe rodeada de instalaciones industriales y se interrumpa la conexión genética con las poblaciones situadas más al noroeste.

Mientras que esta planta endémica, que solo crece en las zonas bajas y arenosas de Tenerife y Gran Canaria, siga integrada en la red Natura 2000 –una red ecológica de áreas de conservación de la biodiversidad en la Unión Europea–, "es urgente reparar el vallado externo y reponer los cercados con malla resistente a la corrosión marina que garantice su mantenimiento", concluye el informe.

Por tanto, ante el estado en el que se encuentra el espacio de protección de Granadilla, el Gobierno de Canarias, a quien le corresponde la responsabilidad de preservar la planta, debe arreglar la barrera.