martes, 15 de febrero de 2011

Un informe reconoce que el puerto de Granadilla (Tenerife) ha generado desconfianza por no ser "honestamente" debatido

Vía: europapress.es

Un informe elaborado por el Observatorio Ambiental de Granadilla (OAG) ha reconocido que la obra del puerto industrial en el sur de Tenerife ha generado "desconfianza" por no ser "honestamente debatido".

 En un documento de 105 páginas, elaborado por el director del OAG, Antonio Machado, bajo el título 'Verificación de la exactitud y corrección de la evaluación de impacto ambiental del puerto de Granadilla, Tenerife' así se ha recogido.

   En este se ha señalado, además, que este proyecto se ha demorado a lo largo de nueve años con cambios que pasan desde el cambio de objetivos hasta una reducción del 75,5 por ciento respecto a la idea inicial.

Machado, además, ha sustentado este retraso en la complicaciones del proceso ambiental, no sin dejar de reconocer "la insistente injerencia de aspectos políticos y presiones de quienes consideran innecesario e inoperativo el puerto proyectado".

   El origen de esta situación pasa en primer lugar por un proyecto inicial "muy ambicioso y de clara proyección económica que no fue suficientemente explicado como concepto político a la ciudadanía, ni honestamente debatido en foros democráticos lo que ha generado desconfianza y rechazo en múltiples sectores de la sociedad".

   Otro de los hilos argumentales es el desfase existente entre el estado de conservación conocido de muchas especies silvestres y el nivel de protección que inicialmente se les asignó en instrumentos jurídicos como el Catálogo Canario de Especies Amenazadas en 2001.

   La falta de revisión ha hecho que el proyecto, según el informe, ha llevado a que la obra se encuentre con "escollos jurídicos" tales como la seba, la piña de mar o la pimelia tinerfeña.

   "El ruido y la irracionalidad introducido en el proceso para esta vía no ha servido para mejorar nada, sino complicarlo todo aún más y enardecer la desconfianza hacia las administraciones cuando han intentado resolverlos o sortearlos, tarde y no siempre de la manera más transparente y atinada", ha esgrimido el documento sobre el puerto industrial.

UN ESTUDIO AMBIENTAL INICIALMENTE POBRE
   El documento también ha reconocido que el estudio de impacto ambiental inicial era pobre y que ha tenido que ir perfeccionándose progresivamente con más informes y trabajos.

   El cuarto de los aspectos argumentados sobre la exactitud de la evaluación de impacto ambiental respecto a su tramitación es el "enconado enfrentamiento" entre partidarios y oponentes del proyecto" que ha introducido, según el texto, "un sesgo perverso en el sentido de quitar importancia a los impactos o exagerarlos".

   La preservación de las especies, según el documento, se ha usado legítimamente, pero también "como arma arrojadiza" contra el puerto de Granadilla.

   La prensa, según el documento rubricado por el director del OAG, también ha jugado su papel en este debate. "En general, ha fallado en su función de informar objetivamente al ciudadano, haciendo de mera vocería de grupos enfrentados, cuando no tomando parte directa en el debate al mostrar en sus titulares opiniones y afirmaciones como si fueran hechos constatados", ha recogido el documento.

   Este hecho ha tenido un efecto "pernicioso" pues lo ambiental y lo político se han mezclado "favoreciendo la radicalización de unos o el retraimiento y acobardamiento de otros". "Esta presión mediática y política ha hecho mella en las administraciones responsables, llevándolas a tomar decisiones alejadas de la racionalidad técnica y realidad ambiental, plasmadas, por lo general en la magnificación de todo (salvo el puerto)".

   Por último se ha apuntado que Granadilla, además, de una decisión política con un proyecto que ha cambiado de objetivo -- un dique más del puerto de Santa Cruz de Tenerife-- con medidas compensatorias cuenta también con un grupo destinado a frenar el puerto. Estos últimos, según el informe, no han cejado casi una década después a su objeto.