jueves, 21 de enero de 2010

¡No al catálogo, no al puerto!

Vía: WWW.sanborondon.info
Cándido Quintana *
Lanzaba hace unos días el portavoz de Coalición Canaria en el Parlamento, don José Miguel Barragán, un órdago, invitando al diálogo a los contrarios al Catálogo de Especies Protegidas de Canarias, que se va a discutir próximamente, no se si con el ánimo de consensuarlo. El tema es mucho más sencillo de lo que él ahora propone, lo único que procede es que esa ignominiosa proposición de ley sea retirada y que sea la Comunidad Científica de Canarias, no don Antonio Machado por ser parte interesada, quien abandere, avale y refrende una iniciativa de tanta importancia.

Posee el Sr. Barragán, así como todos los que están forzando la máquina para que este nuevo catálogo de haga realidad, argumentos más que sobrados, a día de hoy, para que este avasallador intento de liquidar vida animal a la carta, sea retirado. La oposición al catálogo crece día a día, en la medida que las personas se van enterando de la verdad, tal y como está sucediendo con el PGO de Santa Cruz, y ya ha traspasado fronteras. No sólo los principales periódicos españoles ya se han hecho eco de esta tropelía, sino que algunos extranjeros también lo están denunciando, como el alemán Wochenblatt o el inglés The Telegraph, que ha calificado de ultraje el nuevo catálogo.

No puede una obra innecesaria, como el puerto de Granadilla, despertar tanta soberbia entre nuestros gobernantes, sencillamente porque la soberbia no se puede anteponer al interés general. Y este, en Tenerife, no pasa por asumir, con más que evidentes riesgos para nuestro turismo de calidad, obras devastadoras que técnicamente no se sostienen, ni crean economía ni puestos de trabajo, como ese puerto, que golpearía brutalmente y de forma irreversible, al mayor y mejor conservado Ecosistema que poseemos en nuestra Isla, uno de los más importantes de Canarias.
El Lugar de Interés Comunitario “Sebadales del Sur de Tenerife”, hoy declarado, por exigencias de la Comisión Europea, Zona de Especial Conservación, necesita esto, una especial conservación para poder perdurar. Necesita que no se le avasalle, que no se le contamine y que sus aguas marinas sean de óptima calidad, de otra manera no podría vivir. Y pasa, aunque el Gobierno de Canarias no lo quiera admitir, que TODOS los puertos industriales contaminan y producen una significativa pérdida de calidad sobre las aguas colindantes, y aunque ellos hayan dejado a conciencia fuera del LIC la zona de Sebadales que ocuparía el puerto, los mortales efectos de éste se trasladarían de lleno a la integridad de esa ZEC, acabando con ella, dado que se encuentra en el derrotero del tiempo dominante.

Ante esto, la cosa está clarísima. Si Tenerife tuviera necesidad perentoria de un puerto, ni siquiera habría que sopesar los daños que éste acarrearía, porque vivimos en una Isla y nos es imprescindible un puerto. Con seguridad hasta los ciudadanos reclamaríamos su necesidad, pero este no es el caso. Ya poseemos un magnífico Puerto que nunca se ha utilizado por encima del 50% de su capacidad y ahora está en fase de ampliación, con lo que casi triplicaremos sus posibilidades. Tenemos Puerto para décadas.

Por otro lado, no debemos olvidar que entre la magnífica instalación portuaria de Santa Cruz y la alocada pretendida en Granadilla, no hay ni 60 kilómetros de distancia, o sea, insignificante. Esta magnitud es perfectamente contrastable si valoramos, por ejemplo, que en Madrid hay varios Polígonos Industriales potentes y que el puerto más cercano se encuentra a más de 300 kilómetros de distancia, y todo funciona. El argumento de que allí hay trenes, ante el proyecto del tren del Sur de Tenerife, también se desmorona. Si los principales tráficos portuarios concebidos, se caen por su propio peso ante los fuertes vientos y corrientes del lugar, el de porta-contenedores por ruinoso y el de gaseros por muy peligroso, ¿qué queda para seguir justificando el puerto de Granadilla?

Algunos deben aparcar de una vez esa soberbia y prepotencia de las que están haciendo gala en este caminar hacia la locura, desechar el puerto de Granadilla y todo lo que le rodea, y centrarse en iniciativas de futuro, que nos ayuden a salir de la crisis y a generar empleos. Seamos más congruentes, ahora toca proteger el Medio Ambiente, conservar nuestra biodiversidad, apostar decididamente por la protección de la vida animal y vegetal y mimar nuestros entornos vírgenes y naturales. Esta es la joya que poseemos, estos son nuestros escasos recursos y no los podemos dilapidar. Todos a una a luchar y lo conseguiremos, la soberbia al cajón y quien pretenda realizar estropicios, en su casa, de puertas adentro, si es que su familia se lo permite.

*Presidente de la Plataforma de Defensa del Puerto de Santa Cruz