miércoles, 8 de agosto de 2012

Ben Magec: Los chancullos políticos van más rápido que la justicia


Vía: www.abc.es
El grupo ecologista Ben Magec se congratuló hoy de que el Tribunal Supremo le haya dado la razón en la protección de los sebadales contra las obras del puerto de Granadilla, pero reconoció que no paralizará la construcción porque la justicia va más despacio que "los chanchullos políticos".
La decisión cautelar de mantener la protección de los sebadales contra la decisión del Gobierno de Canarias de desprotegerlos para acometer las obras del puerto fue dictada en 2009 por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) y ha sido ratificada ahora en sentencia del Tribunal Supremo.
Pero en 2010, para sortear esa paralización judicial de las obras y sin esperar a la decisión del Supremo, al Gobierno de Canarias se le ocurrió "el chanchullo" de rebajar por ley la protección de la seba en el catálogo de especies protegidas, con lo que pudieron empezar las obras, dijo a Efe Noelia Sánchez, de Ben Magec-Ecologistas en Acción.
"La sentencia nos da la razón y servirá de argumento en todos los procesos judiciales que siguen abiertos" contra la construcción del puerto y contra la desprotección de los sebadales, pero en principio parece que no conduce a la paralización de las obras, dijo Noelia Sánchez.
De hecho, antes del pronunciamiento del Supremo, la suspensión cautelar de la desprotección de los sebadales ya estaba sin efecto desde que el Parlamento de Canarias aprobó el nuevo catálogo de especies protegidas, contra el que también hay entablados recursos judiciales por parte de Ben Magec.
"Algún día, algún tribunal nos dará la razón, pero puede que el sebadal esté ya sepultado por el cemento", dijo la representante ecologista, quien aseguró que pese a todo mantendrán la contestación judicial y social contra esa infraestructura que, según Ben Magec, responde a intereses "oscuros y particulares".
Aunque los ecologistas desconocen en qué estado se encuentra el sebadal actualmente, consideran que aún podría estar en disposición de salvarse si se paralizaran las obras, y van a luchar para ello, dijo Noelia Sánchez.
Para la representante ecologista, el puerto de Granadilla, con un coste de 200 millones de euros, es la infraestructura que más contestación social ha tenido en la historia de Canarias pero también en la que los políticos han puesto "un empeño más especial", en defensa de los intereses de las empresas constructoras.
Pese a la crisis y los recortes sociales, el Gobierno de Canarias se empeña en una infraestructura que no ayudará a la economía real, que destruye el medio ambiente y que es innecesaria, porque a 50 kilómetros está el puerto de Santa Cruz, infrautilizado y cuyo tráfico sigue disminuyendo, concluyó.