martes, 30 de noviembre de 2010

Carta abierta al presidente del Cabildo Tinerfeño, Ricardo Melchior


José Ramón Carrillo Rodríguez

Excmo. Señor, yo no se si usted se habrá enterado o dado cuenta (por que como es usted tan trabajador y esta siempre tan ocupado, quizás se le haya podido pasar), de que en las ultimas dos décadas, esta isla llamada Tenerife ha sufrido un conjunto de cambios en su medioambiente natural terrestre, así como graves afecciones en su costa que han afectado negativamente a su naturaleza.

Quizás en esa burbuja política en la que usted se mueve, la percepción de los acontecieres no sea la misma que para una buena parte de la sociedad Tinerfeña, ya que los cambios que se han producido, por su rapidez y alcance no tienen precedente alguno en la historia del desarrollo de esta isla. Para muchas personas y colectivos esos cambios desarrollistas, sin consenso social ni político, no son otra cosa que el autentico reflejo de la creciente influencia empresarial que padece la institución que usted preside, que los padece también el gobierno de Canarias, la COMAT, y todo el entramado de consejerías y empresas paralelas, como Gesplan, Gestur y otras particularidades. El medio ambiente de la isla de Tenerife, jamás había sido tan alterado y tan rápidamente como se ha hecho en las ultimas décadas, y si a eso es verdad que hay que añadirle la evolución tecnológica que ha permitido ejecutar obras en tiempo récord, también es verdad que había que hacer caso a los avances científicos que permiten diagnosticar los ecosistemas y valorar las actuaciones, de forma diferente a los conocimientos que se tenían y utilizaban hace mas de 30 años.

En sus declaraciones, (impropias de una autoridad publica que representa a los Tinerfeños), donde arremete contra las personas y colectivos, que creen en otro modelo de desarrollo basado en el estudio objetivo de las necesidades que pudiesen tener las sociedades humanas, y la preservación en lo posible de los hábitat naturales en los que vivimos, se denota que su preocupación esta mas enfocada a satisfacer a las partes que usted representa, tanto a la parte política como a la empresarial, y demuestra muy poco interés por encontrar soluciones al empeoramiento de nuestro medioambiente, el cual nunca había sido tan importante y amplio, como lo es a día de hoy. No le voy a hablar aquí de imbornales insuficientes, ni de emisarios submarinos, ni de la contaminación del subsuelo y atmosférica, ni de los planes de movilidad, la decadencia del sector primario con sus correspondientes recortes presupuestarios, estas entre otras problemáticas, por que supongo que con lo ocupado que esta con sus trenes, parques nacionales, superpuertos, ampliaciones de aeropuertos, y etc., no le quedara tiempo para estas pequeñeces, por las que los únicos que presionan son un puñado de guerrilleros impresentables.

Su estrategia mediática belicista donde las haya, no es esta la primera vez que la pone usted de manifiesto, ya las han oído y leído la ciudadanía en otras ocasiones con motivo del anillo insular, las torres de Vilaflor, la campaña turística "no winter blues", las relativas al Centro de Interpretación del Parque Nacional del Teide, o el ansiado puerto de granadilla, por lo que no es nada nuevo en su afán personal de interpretar las cosas como a usted mejor le convengan, casi siempre sin aportar coherencia a los debates en cuestión, y tan solo echando balones fuera y vendiendo humo.

Si fuese usted algo mas inteligente y no tan osado como demuestra ser cada vez que alguien le contradice y expone argumentos contrarios a los que usted defiende, debería de prestar mas atención y respeto por las personas pertenecientes a los campos de la ciencia y la intelectualidad, así como por la ciudadanía común a la que debe de representar en su totalidad y no parcialmente.

Debería de ser en esos parámetros donde se concreten el poder encontrar y desarrollar nuevas formas de análisis y comprensión de la compleja realidad del modelo de desarrollo que cabe en esta isla, y llegar así a síntesis y propuestas útiles objetivas, que nos puedan llevar al enderezamiento de la situación actual en el marco del conocido por todos (supongo que de esto si habrá oído hablar y entiende su verdadero significado, si no al menos le deseo que busque algo de tiempo y le preste atención en profundidad), desarrollo sostenible.

Pero lo que es absolutamente indigno, es que el presidente de la primera institución de la isla de Tenerife, pretenda imputar a miembros de Ben Magec cuestiones ilícitas que podrían ser consideradas hasta de fraude de Ley y de delito ecológico, insultando y acusando e a los ecologistas de llevar especies protegidas de un lugar a la zona en donde se pretende hacer el puerto de Granadilla, con el fin de paralizar unas obras a las que se opone hasta la alcaldesa de Granadilla, Carmen Nieves Gaspar, miembro de su propio partido y que acaba de ser reelegida candidata para los comicios del 2011 en su circunscripción.

La relevancia del modelo de isla que propone el señor Melchior, su desfachatez en defender sus proyectos a capa y espada, ponen de manifiesto los cambios e impactos diferenciales que se pueden generar en el ya dañado ecosistema tinerfeño, haciendo evidente la amplia diversidad de percepciones y valoraciones que los mismos están suscitando, obviando todo aquello que le sea adverso a sus intereses y compromisos políticos, no dejando incorporarse a sus cuestionados proyectos, los nuevos tipos de conocimientos científicos y sociológicos, algo que cualquier político que se precie haría de forma inminente y urgente, por que la situación es la que es, y no la que nos quiere pintar don Ricardo Melchior.