Vía: sisepuedeblogspot.com
1.     Alternativa Sí se puede quiere comenzar recordando que, a  diferencia de lo que sucedió en el año 2000 cuando se presentó el  Decreto por el que se creaba el Catálogo de Especies Amenazadas de  Canarias, en la elaboración parlamentaria de la vigente Ley del Catálogo  de Especies Protegidas no se tomó en cuenta, o se ignoró  deliberadamente, la opinión de centros de reconocida solvencia en el  estudio de la Naturaleza de Canarias: entre ellos, las dos Universidades  públicas, el Museo de Ciencias Naturales de Tenerife, el Jardín Canario  Viera y Clavijo, el Jardín de Aclimatación de La Orotava o el CSIC;  tampoco se sometió a consulta, como sí se había hecho una década antes, a  los propios Cabildos a través de sus Unidades Insulares de Medio  Ambiente. Resulta bien conocida la posición muy crítica con la citada  Ley, no sólo en el ámbito ecologista o de la ciudadanía y colectivos  políticos más sensibilizados con la conservación del medio, sino también  y de forma destacada, entre las personas que componen la comunidad  científica.
2. A finales del mes de julio,  una delegación de Alternativa Sí se puede mantuvo un encuentro con  representantes del PSC-PSOE  en el Parlamento de Canarias. Los diputados  socialistas manifestaron su convicción, compartida por Sí se puede, de  que la reciente Ley del Catálogo de Especies Protegidas de Canarias  presenta claros visos de inconstitucionalidad. En consecuencia,  adquirieron el compromiso de denunciarlo ante el Gobierno de España,  para que éste convocara a la Comisión Bilateral de Cooperación  Canarias–Estado, como paso previo a la presentación de un recurso de  inconstitucionalidad, en el caso de que el Gobierno de Canarias no  modificara todo un conjunto de aspectos sustanciales de la citada Ley.  Sí se puede trasladó entonces a la opinión pública su satisfacción por  este anuncio, y su confianza en que el PSC–PSOE cumpliría un compromiso  adquirido no sólo con nuestro partido, sino con el conjunto de la  sociedad, según había sido anunciado en comparecencia pública por los  propios portavoces parlamentarios del PSOE.
3. El plazo legal  para  realizar las gestiones acordadas era de tres meses. Y si bien parece que  la Comisión Canarias–Estado sí se reunió a comienzos de septiembre, lo  cierto es que el periodo para que el Gobierno de España presentara  recurso de inconstitucionalidad concluyó sin que se diera ningún paso al  respecto. Desconocemos, desde Sí se puede, si el compromiso se  desvaneció a la vista de las negociaciones entre el PSOE central y los  diputados de Coalición Canaria para aprobar los Presupuestos Generales  del Estado. En cualquier caso, nuestra organización toma buena nota de  este flagrante incumplimiento de la dirección del PSOE canario, uno más,  entre todos los que tienen que ver de un modo u otro con el fatídico  proyecto de un puerto en Granadilla.
4. En realidad, a nadie se le  escapa que la Ley del Catálogo buscaba, esencialmente, despejar algunas  trabas jurídicas que impiden la construcción de esa costosa, lesiva,  innecesaria e inútil infraestructura portuaria. Faltó tiempo para que  los propios voceros de CC y PP, incluido el propio consejero de Medio  Ambiente, así lo reconocieran en público. Sin embargo, son muchos los  elementos objetivos existentes a finales de 2010 que aconsejan  retrotraer el expediente del puerto de Granadilla al comienzo: tanto por  una cuestión de seguridad jurídica, como por la aplicación más  elemental del principio de precaución. Desde Alternativa Sí se puede, y  desde otros sectores sociales y ciudadanos estamos convencidos de esta  idea por buenas razones y argumentos que se exponen a continuación.
5.  Resulta imprescindible abordar un nuevo Estudio de Impacto Ambiental,  puesto que las circunstancias y los datos que rodean al proyecto  variaron de manera sustancial:
- Los estudios científicos más  recientes constatan que las praderas de Sebas existentes en el litoral  afectado presentan una importancia cuantitativa y cualitativa de primer  orden; esto es, una extensión muy superior a la que se reconocía en el  EIA, y un grado de diversidad genética que las convierte de hecho en los  sebadales más importantes del Archipiélago Canario. En el medio  terrestre, se ha podido constatar la presencia significativa de al menos  dos especies protegidas (la piña de mar y un invertebrado) que tampoco  fueron identificados en el EIA. Se trata de especies incluidas en el  Catálogo vigente, incluso después de su reciente ‘devaluación’, y que  suponen en realidad una muestra de lo que podría aparecer si se  estudiara de forma concienzuda el territorio afectado (lo que  evidentemente no hizo el EIA que se aprobó).
- El by-pass del puerto,  artificio concebido en teoría para permitir la circulación de arena,  constituye un elemento que en absoluto aparecía en el proyecto original,  y que por tanto no resultó evaluado, siendo un elemento no accesorio  sino completamente central.
- Desde el punto de vista de la técnica  de la navegación marítima, están también las conclusiones del peritaje,  realizado a instancias del TSJC, que cuestiona severamente la  funcionalidad del puerto, debido a la intensidad de los vientos  dominantes y a su persistencia durante buena parte del año.
- Desde  el punto de vista del análisis económico más elemental, jamás se ha  aportado un estudio que plantee con claridad el número de puestos de  trabajo que crearía el puerto una vez en funcionamiento, la incidencia  que provocaría el transporte obligado de mercancías hacia la zona más  poblada de Tenerife (Área metropolitana), o la más que discutible  viabilidad de un hub —puerto especializado en el trasbordo internacional  de contenedores— en competencia con los que ya existen en nuestro  entorno (Algeciras, Tánger…).
6. Por otra parte, han quedado por  completo invalidadas las premisas que sustentaron la declaración del  puerto de Granadilla como de interés público de primer orden: los hechos  evidencian que era falso que el puerto de Santa Cruz estuviera a punto  de colapsar en su capacidad de albergar contenedores (ni siquiera antes  del desencadenamiento de la crisis); que era mentira que el puerto  capitalino no se podía ampliar (pues ya lo hizo, de forma sustancial, en  la zona de la Dársena del Este); y que además existen posibilidades  técnicas sobradas de seguirlo ampliando, si fuera necesario en el  futuro.
7. Por último, se debe tomar en cuenta la llegada de la nueva  titular al Ministerio de Medio Ambiente. Por eso, a pesar de la  frustración generada por incumplimientos anteriores, desde Alternativa  Sí se puede consideramos que se abre ahora una nueva oportunidad y  desplegaremos todas las iniciativas que estén en nuestra mano para  trasladarle a Rosa Aguilar, de forma pormenorizada, los argumentos  anteriores. Las inversiones contempladas para infraestructuras inútiles  deben destinarse prioritariamente a gastos e inversiones sociales. Y  estamos convencidos de que, junto a las circunstancias económicas,  también la razón y la ley están de nuestra parte. Por eso, seguirá  siendo cierto que sí se puede parar el puerto de Granadilla.
 
