martes, 27 de julio de 2010

La flora del Teide ya registra indicios del cambio climático


La introducción en el Parque Nacional de Las Cañadas del Teide de especies vegetales que antes se encontraban por debajo de sus límites puede ser, según una hipótesis lanzada ayer por el biólogo Wolfredo Wildpret, un indicio del cambio climático. Es el caso, por ejemplo, del pino canario, del poleo de monte o del brezo, que, al encontrar condiciones climáticas más favorables, se han adentrado en el parque.

"Ya hay testimonios de seres vivos, vegetales, que señalan que el clima está cambiando", apuntó Wildpret, que ayer intervino en la última jornada del curso "Biodiversidad canaria y turismo", dentro de la XVIII edición de la Universidad de Verano de Adeje. El reconocido biólogo es una de las voces más críticas contra el nuevo catálogo de especies protegidas aprobado por el Parlamento de Canarias.

En su charla, Wolfredo Wildpret aportó una razón "egoísta" para promover la conservación de la biodiversidad. "Un quince por ciento de los productos farmacéuticos proceden de plantas, algunas de las cuales se encuentran el peligro de extinción", recordó. A su juicio, "en los productos que destruimos pueden encontrarse sustancias que colaboran a nuestro bienestar y nuestra salud". Así, se preguntó si la destrucción de la selva amazónica podría conllevar también la de alguna especie vegetal que en el futuro podría ayudar a curar el sida.

Los "caza-endemismos"

"Lo que menos se ve en el Teide es lo que menos abunda", indicó Wildpret, quien cifró en unos 1.500 el número de insectos que habitan el parque nacional, "la mayoría de ellos endémicos". También alertó sobre la acción de los "caza-endemismos", "una de las grandes amenazas para las especies".

El biólogo aseguró haber encontrado en internet ofertas de venta de semillas de violetas del Teide desde Alemania, y afirmó que jardines botánicos de este país cuentan con espacios dedicados a las plantas endémicas del Archipiélago. "Denuncié esta rapiña y no ha pasado nada", deploró.

El polémico catálogo de especies protegidas fue nuevamente objeto de las críticas del ex profesor de la ULL, que constató cómo a tres de las plantas amenazadas del parque nacional se les ha rebajado su nivel de protección.

"Es lamentable la cantidad de faltas ortográficas y conceptuales que hemos podido detectar", citando como la más grave la de un equinodermo (estrella de mar) al que se incluye como un molusco.