La organización conservacionista Oceana pide multiplicar por cien el área marina protegida en la actualidad en las islas para cumplir con la legislación europea y los compromisos de la ONU.
Sofía Menéndez
Corales espectaculares -negros pluma y blandos bola-, campos de esponjas de cristal y otras denominadas chupa-chups azul, el pez armado, el pulpo blanco, la caracola pirámide y la ostra gigante son algunas de una veintena de especies vistas por primera vez en Canarias. También es el caso de la raya noriega, reencontrada para la ciencia en un área cercana a Fuerteventura -Amanay-, consideraba ya extinguida. Asimismo, ha sorprendido encontrar un tipo de pez de profundidad muy longevo, el pez reloj -70 años de vida-, y por tanto vulnerable por tardar mucho en reproducirse.
La investigación, realizada por la organización internacional dedicada a la conservación de los océanos Oceana, fue presentada ayer en la sede de la Fundación Biodiversidad en Madrid. El relato de las 32 inmersiones hechas por buceadores y otras 49 con robot, en profundidades de entre 40 y 700 metros, lo hizo el coordinador del proyecto, Ricardo Aguilar, que mostró su asombro por haber encontrado tanta biodiversidad: "Hemos llegado a catalogar hasta 500 especies diferentes", apuntó.
A bordo del catamarán Oceana Ranger, la organización realizó una expedición de dos meses de duración en 2009 por aguas de Canarias, cuyos resultados se han presentado en un informe que pide la protección de 74.000 kilómetros cuadrados marinos. Esta extensión, sumada a las reservas marinas existentes en Canarias -en La Graciosa, El Hierro y La Palma-, supondría proteger un área 100 veces mayor que el 0,15% actual y permitiría cumplir lo establecido por la legislación internacional, destacó Aguilar.
Mientras el científico abogó por mantener los sebadales (Cymodosea nodosa) en el polémico Catálogo Canario de Especies Protegidas, la secretaria de Estado para el Cambio Climático, Teresa Ribera -presente en la rueda de prensa-, se excusaba de que esta especie haya sido excluida del Catálogo Nacional y no otras similares del Mediterráneo como las praderas de posidonias al recoger linealmente aquellas especies que estaban incluidas en el inventario autonómico en vigor. También precisó que el actual Catálogo Nacional articula un sistema que permite actualizar en cada momento la situación de las especies en peligro y que cualquiera puede hacer la petición para que se incremente o disminuya la protección dependiendo la decisión de un prestigioso comité científico.
A la pregunta de cuándo se va a primar la ciencia por encima de la política, Ribero consideró que la ciencia y la política cumplen funciones distintas y complementarias. No obstante, el coordinador de Oceana y la propia secretaria de Estado defendieron que se cumplan los convenios internacionales que protegen los sebadales.
Por otra parte, Aguilar precisó la cantidad de rayas y tiburones que se han encontrado -unas 84 especies-, lo que hace de Canarias un santuario de esta especie muy importante para la Unión Europea.
Ribera declaró que el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, a través de la Fundación Biodiversidad, ha apostado por esta investigación, a la que se han aportado tres millones de euros. Se mostró convencida de que hay que conocer previamente las condiciones de biodiversidad en la región Macaronésica para tomar las decisiones oportunas de protección y poder gestionar su riqueza marina.
Oceana propone además en su informe medidas enfocadas a la gestión adecuada de los recursos marinos, así como la conservación de los ecosistemas: proteger especies y hábitats de gran importancia ecológica amenazados como los sebadales y desarrollar medidas específicas de gestión que eviten su continua regresión.
Aguilar enumeró las graves amenazas para la biodiversidad que existen en las islas Canarias como son el incremento de puertos y la construcción de infraestructuras costeras. Y propuso que se reduzca la presión pesquera sobre recursos sobreexplotados y pidió el control de esta actividad.
Oceana instó a prohibir cualquier tipo de sondeo para explotar petróleo o gas natural en las costas canarias. Opinión no compartida por Ribera. Compartieron, no obstante, la idea de favorecer el cambio de modelo hacia las energías renovables.
Aguilar hizo hincapié en la incidencia del cambio climático en el archipiélago, al estar apareciendo especies tropicales hasta ahora desconocidas allí. Asimismo, señaló la necesidad de proteger la zona sur de Canarias por estar todavía virgen; la zona norte de Lanzarote; la reserva entre La Gomera y Tenerife, por ser un importante hábitat de cetáceos; así como ampliar las reservas ya existentes.