lunes, 14 de diciembre de 2009

Paulino protege a sus animalitos

Somos nadie.
Juan García Luján
Vía: www.canariasahora.com
Me equivoqué, lo reconozco y pido públicamente perdón. Pensé mal. Creí que se iban a cargar 200 especies endémicas. Confié en la comunidad científica y académica canaria. Llegué a pensar que el proyecto de Ley de Catalogación de las Especies Canarias era todo pura destrucción de la naturaleza, incluso, en un ataque de malos pensamientos, dije que CC y PP sacaban esta ley porque están al servicio de sus patrocinadores electorales, que necesitan multiplicar beneficios haciendo puertos inútiles que no deben pararse por unas algas de mierda (que te aruñan toa cuando te tumba la ola, ¿verdad Cristina?).
Pero no. Este gobierno no está en contra de todos los animales. Ayer Paulino Rivero demostró su sensibilidad con los animales de su propia especie, a los que está dispuesto a meter en los catálogos protectores de Berriel. Esteban Bethencourt es inocente, Rivero dixit. Todavía no se ha pronunciado el Tribunal Supremo de las españas. Sólo tenemos una sentencia de un veredicto popular. Pero ¿qué es el pueblo, queridos míos, en esta patria canaria? El pueblo es esa cosa molestosa que cada cierto tiempo vota a los otros o no vota, y que a veces lleva leyes al Parlamento, leyes que nos ocupamos de enterrar porque afortunadamente la comuna de París duró poco, y la burguesía entró en los parlamentos después de pasar a los reyes por la guillotina y ahí sigue, la burguesía, en la calle Teobaldo Power. Estoy convencido de que Soria y Paulino protegerán también a Bertolt Brech, aunque fue un rojo, el día que descubran su poema “La solución”: “¿No sería más fácil, en ese caso, que el gobierno disolviera el pueblo y eligiese otro?
Paulino Rivero pide presunción de inocencia para un señor condenado a 4 años de cárcel y diez de inhabilitación para todo cargo público por malversación de caudales públicos, oséase, por enriquecimiento corrupto. El presidente del TSJC cita como argumentos para defender el veredicto popular de culpabilidad media docena de sentencias del Tribunal Supremo, pero el presidente de nuestra gente cree que el Supremo comprenderá los derechos de Esteban Bethencourt a cobrar más dietas que días tiene el año. El exalcalde de Valle Gran Rey (de Coalición Canaria, por si no lo sabían) llegó a tener consignados en los presupuestos municipales 11.126.832 euros en dietas (de las que gastó más de 8 millones en sábados, domingos y fiestas de guardar). En el mismo presupuesto, para "programas de atención benéfica y asistenciales, programas de atención al menor y a la familia” se consignaron 10.496.408 de pesetas. Eso se llama un alcalde que luchaba “por nuestra gente”, y ahí sigue, en el Parlamento, cobrando más dietas todavía. La Audiencia de Cuentas lo trincó, entonces el hombre lo devolvió corriendo. Y la Audiencia de Cuentas ¿al servicio de quién trabaja? ¿por qué no envió el informe a los tribunales?
Después de la presunción de inocencia que pide Paulino Rivero, su compañera Claudina Morales salió con esa inteligente y original estrategia del “y tú más”. Ah, ah, ¡trincamos a los socialistas! Resulta que hubo dos animalitos que en su día estuvieron condenados y el PSOE los protegió. José Vicente Hernández y José Francisco de Armas también fueron diputados socialistas condenados a penas de cárcel. Eran los tiempos en los que mandaba en el partido Jerónimo Saavedra (¿pero, PP Manolo, este Saavedra no decías que era el futuro del PSOE, el socialista ejemplar frente al crispador Jotaflá?). Hubo otro caso, el de Dimas Martín, pero a ese no hay que molestarlo porque desde la cárcel bendice las mociones de censura que le hacemos al PSOE.
Claudina dijo ayer a los socialistas: “Ustedes no son nadie para pedir dimisiones, porque ustedes tienen un pasado”. Bueno, todos tenemos un pasado, porque Adán y Eva nos parieron a todos después de pecar. Y si la oposición viene con el pecado original, y al pueblo cuando se pronuncia (OTAN, iniciativas de Granadilla, Veneguera, Moratoria, veredicto del jurado…) no le hacemos puñetero caso. Pues, lo dicho, que Esteban Betencourt entra en el nuevo Catálogo de Especies Canarias protegidas. Para que la avaricia no rompa el saco, y no vayamos a proteger más bichos que en Copenhage, sacamos del catálogo las algas de Granadilla y metemos a Esteban Bethencourt. ¡Y que viva la madre naturaleza!