lunes, 11 de julio de 2011

Ben Magec considera que el trasplante de sebadal de Granadilla a San Andrés ‘es un despilfarro de dinero público absolutamente injustificado, innecesario’

Vía: www.eldigitaldecanarias.net


Esta es una operación condenada al estrepitoso fracaso de antemano

Francisco Castro, secretario general de Ben Magec-Ecologistas en Acción, analizó en Radio San Borondón el trasplante de 600 m2 de sebas de Granadilla en la costa de San Andrés llevado a cabo por el gobierno de Canarias en un paso más para la construcción del puerto industrial del Sur de Tenerife y afirma que, al margen de las numerosas advertencias de expertos, es el propio Observatorio Ambiental de Granadilla, dirigido por Antonio Machado, el que reconoce públicamente que hasta ahora ningún trasplante de este tipo en el que se ha experimentado con la especie Cymodocea nodosa ha dado sus frutos en el mundo, con lo que son muchas las posibilidades de que este trasplante sea un fracaso absoluto y, por tanto, no funcione. 

Fran Castro dijo que el tema del trasplante del sebadal del Sur de Tenerife, en donde quieren ubicar el puerto de Granadilla, a la costa de San Andrés viene coleando desde hace algunos años, puesto que de todos es conocido que el Gobierno ha ido andando poco a poco en su propósito de construir ese muelle a toda costa, para lo cual no ha dudado en infringir las leyes o inventárselas a la carta como ocurrió con la Ley de especies protegidas, sin embargo advierte que ese trasplante será un nuevo fracaso porque recuerda que son muchos los expertos biólogos que han dicho que ese tipo de operaciones nunca ha dado resultados positivos. 

En este sentido, advierte que es el propio Observatorio Ambiental de Granadilla, dirigido por Antonio Machado, el que reconoce públicamente que hasta ahora ningún trasplante de este tipo en el que se ha experimentado con la especie Cymodocea nodosa ha dado sus frutos, con lo que son muchas las posibilidades de que este transplante sea un fracaso absoluto y, por tanto, no funcione. 

El dirigente ecologista dijo que comparte plenamente la visión del profesor de la Universidad de La Laguna Alberto Brito de que esta es una operación condenada al estrepitoso fracaso de ante mano, por lo que se une a su petición de que la administración canaria deje de despilfarrar recursos públicos en cuestiones como esta que se sabe que no van a funcionar. 

Castro remite a la nota de prensa oficial en la que se anuncia este trasplante de 600 metros cuadrados de sebas de Granadilla al litoral de Santa Cruz de Tenerife en donde dice que una mar de fondo en los días posteriores a que la empresa consultora ECOS-Estudios Ambientales y Oceanografía, encargada de los trabajos, realizara el trasplante ha causado notables destrozos, por lo que advierte de lo que puede ocurrir en caso de que haya temporal en la zona o de la llegada de la temporada invernal, caracterizada por fenómenos costeros adversos en la zona de San Andrés. 

El responsable de Ben Magec afirma que este trasplante de sebas a sabiendas que está condenado al fracaso es un despilfarro de dinero público absolutamente injustificado, innecesario, además de una burda pantomima, porque insiste en que todos los intentos que hasta ahora se han realizado en el mundo para llevar praderas de esta especie de un lugar a otro han resultado un fiasco. 

Explica que la federación ecologista ha solicitado tener acceso a la información del expediente de este trasplante, no sólo para ver la justificación que tiene la consejería para permitirlo, sino también para conocer los alcances económicos de la operación, estudiar cómo se ha presupuestado, cuánto dinero ha costado un trasplante que se sabe que será un fracaso y si el importe ha corrido a cargo en su totalidad por parte de la administración o han sido costeadas de alguna forma por las empresas adjudicatarias del puerto de Granadilla y otros posibles detalles que se escondan detrás de este asunto por si se hubieran contravenido las normas vigentes, teniendo en cuenta la suspensión cautelar que el TSJC impuso en su momento para paralizar las obras del puerto industrial.