martes, 5 de enero de 2010

Sorpresa y confusión por la protección de los sebadales

Vía: www.laopinion.es
Para la Cámara de Comercio es un obstáculo y CC lo ve como una contradicción estatal
SARO DÍAZ | SANTA CRUZ DE TENERIFE


La declaración de las áreas en las que hay sebadales como Zona Especial de Conservación por parte del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino reflejada en el Boletín Oficial del Estado el pasado 31 de diciembre ha causado sorpresa y cierta confusión dado que la medida afectaría al lugar donde supuestamente debe construirse el Puerto de Granadilla.

Las reacciones no se han hecho esperar y oscilan entre la idea de la Cámara de Comercio de la provincia tinerfeña de que esto es "una china más en el camino" de la citada infraestructura, hasta la atenuada satisfacción de colectivos ecologistas como Ben Magec que no ven suficiente la medida de cara a la protección de la zona.

Coalición Canaria.

El portavoz parlamentario de CC, José Miguel Barragán, tachó la noticia de "contradictoria" dado "que el mismo Gobierno central que aprobó el proyecto del Puerto de Granadilla es el que ahora hace esta declaración" oficial, así que "debe ser ese mismo Gobierno el que resuelva como pueda el asunto, contradicción incluida".

Cámara de Comercio.

Al director general de la institución cameral, Vicente Dorta, le ha sorprendido la media adoptada y la ha calificado como "una china más en el camino hacia una infraestructura que se ha revelado totalmente urgente y necesaria para el desarrollo del Archipiélago". No obstante, Dorta expresa su expectativa de que la declaración "no afecte la construcción del Puerto de Granadilla".

Ben Magec

El portavoz de Ben Magec, Francisco Castro, recordó que la declaración de los sebadales como Zona Especial era algo que los colectivos ecologistas llevaban ya dos años solicitando, aunque éstos aún no tienen muy claro "la repercusión de la medida respecto al Puerto" porque ya siendo los sebadales Lugares de Importancia Comunitaria, quedaban fuera del área de construcción de la citada infraestructura. En su opinión, "no es evidente que lo sucedido ahora vaya a repercutir" en la intención de construir un puerto. Lo que sí deja claro es que "el sebadal sigue siendo una especie protegida mientras no se apruebe otro catálogo de especies" y, en tanto en cuanto, "allí no se puede construir".

PSC-PSOE.

El portavoz socialista en el Parlamento, Santiago Pérez, criticó ayer que el Presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, mencione en su discurso el desarrollo sostenible como un valor al que aspirar y luego su partido pretenda aprobar por la vía de urgencia un catálogo de especies protegidas que prescindía de la que molesta a algunos planes.

Adaptación europea.

La declaración del Ministerio de Medio Ambiente responde, según se explica en la orden, a la necesidad de adaptar la realidad a normativas del Consejo de Europa. Así, había 174 Lugares de Importancia Comunitaria en España dentro de la Región Macaronésica de la que forma parte Canarias. A ellos se añaden dos nuevo lugares, de ámbito marino, y otros tres marítimo-terrestres con presencia de hábitats y especies marinas.

Europa establece que, una vez elegidos los Lugares de Importancia Comunitaria, el Estado miembro afectado dará a los mismos la designación de Zona Especial de Conservación. Tras esta declaración, habrán de definirse planes o instrumentos de actuación para dichas zonas, determinando primero el estado en que se encuentran y "las amenazas que puedan afectar al mantenimiento" de las especies y espacios declarados Especiales, para luego "definir los objetivos de conservación de cara a cada uno de los hábitats y especies", que deberán perseguir en todo caso "el mantenimiento de un estado de conservación favorable" de los mismos.
Cuando se trate de áreas marinas bajo jurisdicción nacional se respetará lo dispuesto en los estatutos de autonomía al que corresponda el litoral.

Ahora, la medida podría chocar con la intención manifestada por CC y PP de anular los sebadales del catálogo de especies protegidas, algo que rechazaron los tribunales.