viernes, 28 de mayo de 2010

Los tres que sí pusieron su nombre


Lo que hicieron los biólogos de la Consejería de Medio Ambiente fue trabajar las fichas de cada una de las especies. Pero luego vinieron otros detrás a revisar los criterios y planteamientos y a elaborar la ley que fue finalmente aprobada con los votos de CC y PP. Todos atribuyen esos manejos finales a tres biólogos tradicionalmente vinculados al poder de ATI: Antonio Machado, un histórico de la biodiversidad, entendida muy a su manera, que incluso llegó a elaborar una ley al respecto que debe dormir en algún ignoto cajón de algún olvidado consejero de Medio Ambiente; José María Esquivel, ex jefe del Servicio de Biodiversidad, hoy adscrito a la Agencia Canaria para el Desarrollo Sostenible y el Cambio Climático, y el responsable de ese órgano de Presidencia del Gobierno, Jorge Bonnet. Quizás sean Machado y Bonnet los grandes ideólogos del desarme natural promovido por este Gobierno, y muy particularmente Bonnet, por su cercanía a Paulino Rivero y a José Miguel González, de cuya mano entró en su día en el ya extinto Icona.