lunes, 17 de mayo de 2010

José Luis Fumero: Tenemos un Gobierno conformado por dos fuerzas cuyo objetivo prioritario es la especulación


El interés del gobierno de Canarias es la erradicación de algunas especies del catálogo actual para poder campar a su anchas, ya que lo que esconde este nuevo catálogo es proseguir con las obras del puerto de Granadilla paralizadas por Ley y de paso abrir el caminos a otras grandes construcciones.

José Luis Fumero, ex alcalde de Vilaflor y uno de los grandes referentes del movimiento social de Canarias, analizó en declaraciones al programa La Trapera de Radio San Borondón la aprobación esta semana en el Parlamento gracias a los votos de CC y PP del catálogo de especies protegidas y afirma que este catálogo de especies protegidas realizado a la carta por CC es una trampa macabea que persigue poder descatalogar ciertas especies para poder actuar posteriormente sobre esos espacios, porque afirma que esta Ley no tiene otra lectura que posibilitar la construcción del puerto de Granadilla u otras grandes obras en el futuro.

José Luis Fumero dijo tajantemente que la ciudadanía debe darse cuenta que ha elegido mal a sus representantes políticos porque tenemos un Gobierno conformado por dos fuerzas cuyo objetivo prioritario es la especulación o permitirla, con un trasfondo caracterizado por la construcción de macro obras que chocan contra los elementos naturales.

Desde su punto de vista, este catálogo de especies protegidas realizado a la carta por CC es una trampa macabea que persigue poder descatalogar ciertas especies para poder actuar posteriormente sobre esos espacios, porque afirma que esta Ley no tiene otra lectura que posibilitar la construcción del puerto de Granadilla u otras grandes obras en el futuro.

Hace un llamamiento a la ciudadanía para que responda masivamente a esta nueva trampa del Gobierno, porque considera que si se realiza una gran movilización puede ser símbolo de resistencia, aunque se teme que estos políticos no van a hacer caso porque desde hace mucho tiempo tienen metido en la cabeza que estas islas son tierra para las especulaciones, siendo de este modo el paradigma de la corrupción en España, porque opina que ni Marbella, ni Gürtel ni ningún otro caso, se asemejan a las dimensiones de lo que ocurre en Canarias.

El ex alcalde de Vilaflor critica que hasta ahora no se haya producido una gran investigación de los chanchullos que se han movido y se mueven en esta tierra, puesto que incide en que esta es la tierra de la especulación, añadiendo que hay algunos personajes conocidos que taponan las investigaciones.

Fumero advierte que este catálogo de especies protegidas que se aprobará esta semana en el Parlamento es un trampa y opina que cuando un Gobierno no acepta los informes técnicos y hace todo lo contrario demuestra que esconde algún interés especulativo, siendo este interés la erradicación de algunas especies del catálogo actual para poder campar a su anchas, ya que lo que esconde este nuevo catálogo es proseguir con las obras del puerto de Granadilla paralizadas por Ley y de paso abrir el caminos a otras grandes construcciones que podrían ver bloqueada su construcción.
Desgraciadamente estas islas tienen puesto el cartel de “Se Vende”, siendo el vendedor el Gobierno autonómico, dicho lo cual afirma que evidentemente el pueblo se ha equivocado al elegir a unos representantes que sólo se representan a sí mismo y a sus empresarios allegados, y aunque reconoce que es duro decirlo, los ciudadanos somos culpables de todo lo que está ocurriendo en Canarias.

Ahora no queda otro remedio que oponerse a esta sinrazón que solamente pretende dar cancha a los especuladores, destacando el hecho de que el tiempo apremia y los políticos tienen la capacidad de realizar leyes autonómicas, para eso querían las transferencias del Estado y para eso quieren que les transfieran por ejemplo los parques nacionales a los Cabildos, porque cree que de producirse este hecho, los parques nacionales, especialmente El Teide, tienen los días contados, porque ya sabemos que los gestores canarios, al margen de ser muy malos gestores, quieren especular hasta con el último centímetro de esta tierra.