miércoles, 21 de julio de 2010

Experta en biodiversidad cree que la aprobación de un catálogo de especies debe tener consenso


La profesora del Departamento de Biología Vegetal de la Universidad de La Laguna Victoria Eugenia Martín Osorio desarrolló, durante su ponencia en la Universidad de Verano de Adeje (Tenerife), los términos “biodiversidad”, “turismo”, y su posible relación, basándose en las definiciones aportadas por organismos internacionales. A partir de ellas, señaló que en Canarias la situación no es óptima a causa de lo que consideró una administración deficiente: “No se puede dejar la biodiversidad en manos de unos políticos como los nuestros, capaces de aprobar un catálogo de especies que no ha contado con el consenso de la comunidad científica”.

La ponente es la directora del curso ‘Biodiversidad canaria y turismo. Conflicto o armonía’, y durante su intervención planteó la urgencia de acometer de manera decidida la defensa de la biodiversidad. Recordó que apenas se ha avanzado nada desde que la Organización de las Naciones Unidas publicara en 1987 el informe ‘Nuestro futuro’, en el se hacía un balance de la situación global del medio ambiente en aquel momento y que, entre otros hitos, incluyó por primera vez el término “desarrollo sostenible”, informó la Universidad de Verano de Adeje en un comunicado.

Martín Osorio recordó que todos los textos sobre sostenibilidad hablan de ella como la conciliación de las necesidades de la población actual con la conservación de los recursos para las generaciones venideras. Sin embargo, la especialista cree que ya es tarde para pensar en términos tan alejados en el futuro, y abogar por el mañana más inmediato, pues la degeneración planetaria cada vez es mayor.

SITUACIÓN EN SENEGAL

Puso como ejemplo a unos científicos Senegaleses que le informaron sobre cómo en puntos de su país el nivel del mar ya ha subido hasta anegar algunas poblaciones e, incluso, llegar a los cementerios y sacar a la luz los cadáveres. Para su sorpresa, el vídeo que se grabó testimoniado todo eso fue vetado en la Cumbre del Cambio Climático de Copenhague, lo que a juicio de la ponente es un síntoma de hasta dónde ha llegado el desinterés institucional.

Más centrada en Canarias, Martín Osorio criticó en repetidas ocasiones prácticas políticas locales que han perjudicado la biodiversidad. Así, habló de la aprobación del catálogo de especies protegidas, que a su juicio, ha dejado sin cobertura legal varios ejemplos de fauna y flora para justificar actuaciones como la del Puerto de Granadilla.

También citó el Plan Insular de Ordenación de Tenerife, al cual la propia ponente ha presentado alegaciones porque, aseguró, protege los barrancos solamente hasta que llegan a la carretera, con el fin de permitir la construcción en zona de costas, lo que a la larga podría provocar inundaciones como las vividas recientemente en Tabaiba.

MODELO IDÓNEO DE TURISMO SOSTENIBLE

La ponente expuso los elementos que, según la Organización Mundial del Turismo, caracterizan el modelo idóneo de turismo sostenible. Incluye elementos como la moderación en el uso de los recursos, el mantenimiento de la diversidad biológica, la reducción del consumo y de la generación de residuos, la planificación del territorio, la formación de profesionales especializados o el marketing responsable, entendido como aquel que no ofrece imágenes falsas de la realidad. Tras ello, invitó a reflexionar a los asistentes sobre cuántas de ellas se daban en Canarias.

Otra crítica que la ponente realizó se refiere a la falta de voluntad para poner en marcha instrumentos técnicos como la Agenda Local 21, diseñada en 1992 por la ONU para poner en marcha las medidas recogidas en el ya citado informe ‘Nuestro futuro común’.

Según esta experta, esta herramienta nunca estuvo acompañada por una financiación adecuada, por lo que rara vez ha pasado del ámbito teórico. Para la experta, es posible conciliar turismo y sostenibilidad, pero es necesario un cambio de mentalidad que abarque no sólo a políticos, sino a la propia población. Para ello recordó una frase de José Saramago, pronunciada hace una década: “Ha terminado el tiempo del derroche”.