viernes, 16 de julio de 2010

Sí se puede por Tenerife afirma que las obras del puerto de Granadilla están “desautorizadas por la población”


Alternativa Sí se puede por Tenerife considera “un desafío a la razón y al sentimiento mayoritario de la población tinerfeña” el comienzo de las obras del Puerto de Granadilla.

Para el Portavoz insular de Sí se puede, Fernando Sabaté, las obras están desautorizadas por la inmensa mayoría de la población tinerfeña”.

El portavoz insular de la organización ecosocialista califica en un comunicado el anuncio del comienzo de las obras del puerto de Granadilla por parte de la Autoridad Portuaria como un auténtico “culebrón”. En apariencia, según apunta Sabaté, la autoridad portuaria ha ganado la supuesta legalidad institucional, pero ha perdido cualquier legitimidad ante la población de la isla.

Para Sí se puede la aprobación del nuevo catálogo de especies por parte del Gobierno de Canarias ha supuesto un “espaldarazo a los oscuros intereses que se encuentran detrás de la construcción del Puerto de Granadilla”. Para Sabaté “queda demostrado que con el anuncio de las obras que al Gobierno de Canarias y a la Autoridad Portuaria, le importa poco lo que piense una mayoría social de la isla de Tenerife”.

Según Sabaté, “las proclamas de Pedro Rodríguez Zaragoza suponen un fraude a la democracia y al sentimiento mayoritario del pueblo tinerfeño y canario”. Asimismo, el portavoz insular de Sí se Puede considera que la autoridad portuaria ha podido ganar la batalla de la supuesta legalidad institucional que en parte se justifica en las numerosas “tropelías” que se han fraguado desde los despachos de la Consejería de Medio Ambiente, pero que “en absoluto –considera el portavoz de Si se puede–, han podido con la mayoría de tinerfeños y tinerfeñas que de forma sistemática han rechazado de forma democrática y libre los improperios y las arbitrariedades de las instituciones canarias, asegura el portavoz de Sí se puede”.

Y por último, Sí se Puede hace un llamamiento a la población de la isla a que haga caso omiso a las proclamas de la Autoridad Portuaria, y anima a la población a que “manifieste su oposición frontal al proyecto más destructivo y depredador de toda la historia de Canarias”.