martes, 20 de julio de 2010

Greenpeace pone a Tenerife como ejemplo de desprecio al paisaje

Vía: www.laopinion.es


La organización ecologista publica un informe en el que califica de "irracional" la construcción del puerto de Granadilla


SOL RINCÓN BOROBIA / SANTA CRUZ DE TENERIFE 
El crecimiento urbanístico de Tenerife es desmedido, el puerto industrial de Granadilla de Abona es el paradigma de la irracionalidad y, en general, la Isla muestra una preocupante indiferencia por su entorno natural. Son algunas de las afirmaciones que ­Greenpeace hace en su informe Destrucción a toda costa 2010, en el que detalla el ritmo de devastación del litoral español en los últimos diez años.

La organización ecologista, que analiza los 8.000 kilómetros de costa que tiene España, considera Tenerife como uno de los ejemplos más claros de "desprecio" por el medio ambiente y califica como "implacable" la expansión urbanística de la Isla.

En el documento se indica que la presión del ladrillo que sufre el Archipiélago se ha cebado sobre todo con los tramos vírgenes de las costas canarias, especialmente en Fuerteventura, donde la superficie edificada ha crecido un 159%; en Lanzarote, donde ha aumentado un 60% y en Tenerife, que lo ha hecho en un 51%.

En lo que respecta a la isla tinerfeña, ya en 2007 hubo dos municipios que ampliaron su superficie urbanizada más de un 100%: San Miguel de Abona, donde creció un 172% y Adeje, con un 194%.

Greenpeace asegura que la excesiva construcción en las costas canarias ha perjudicado al sector turístico que, si en 2004 ya llevaba cuatro años sufriendo un descenso de los niveles de ocupación, un año después las cifras todavía eran peores.

Por ejemplo, el número de hoteles creció en las Islas un 19% entre 2000 y 2004. Ya en 2007, la industria turística española acumulaba su sexto año consecutivo de pérdidas de ingresos, pero, aún así, se proyectó la construcción de 202.500 nuevas plazas hoteleras, de las que 52.500 estaban previstas en Canarias. Otro caso destacado en el informe de la organización es el del puerto industrial que se prevé en Granadilla y que en la memoria está considerado como "el ejemplo mismo de la irracionalidad". A pesar de los informes desfavorables de las direcciones generales de Costas y Conservación de la Naturaleza y de que ese tramo de litoral estuvo incluido por el Ministerio de Medio Ambiente en su lista de candidatos a Parque Nacional, el Gobierno de España dio el visto bueno al puerto en 2003. 

"Los intereses especulativos tras el proyecto han conseguido superar todas las barreras", se queja Greenpeace. No obstante, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias mantiene paralizadas las obras. "Hoy, Granadilla depende de la justicia, abandonada por las autoridades ambientales", añade.

Greenpeace también critica el trato que los responsables políticos canarios han dado al sebadal. Esta planta submarina "ha sido excluida a la carta del Catálogo de Especies Protegidas de Canarias para permitir la construcción del puerto industrial de Granadilla", asegura la organización.

Aunque las costas canarias no están incluidas en las 7,7 hectáreas que desde 1987 a 2005 se destruyeron diariamente en el litoral español, en el informe de los ecologistas se advierte del oscuro futuro que les espera a las Islas. "El Archipiélago canario se enfrenta a una herencia de ilegalidades urbanísticas y de saturación en muchos puntos de su litoral", vaticina.

Los políticos tampoco se libran de las críticas de Greenpeace, que informa que Canarias ostentó en 2008 "el dudoso honor" de ser la comunidad autónoma que, junto con Andalucía, más alcaldes y concejales tenía implicados en tramas de corrupción urbanística. Para esta organización, la moratoria turística del Gobierno se quedó en papel mojado.